El láser IPL es una de las opciones más efectivas para la eliminación de manchas, gracias a su capacidad para tratar una amplia variedad de pigmentaciones de forma segura y precisa. A diferencia de otros tipos de láseres, el IPL es altamente versátil y se puede ajustar a diferentes tipos de piel y niveles de pigmentación. Esto lo convierte en una elección preferida para aquellos que buscan una solución eficaz y no invasiva para mejorar la apariencia de su piel.

¿Qué hace el IPL en las manchas?

La aplicación de la luz pulsada intensa permite realizar el tratamiento sobre las manchas con una mayor profundidad en las capas de la piel, por lo que entre los resultados más notables destaca la unificación del rostro y la eliminación de los diferentes tipos de marcas de la piel ya sean provocadas por patologías como el acné o la rosácea, entre otras.

El número de sesiones necesarias para eliminar las manchas con láser IPL puede variar según la intensidad y extensión de las manchas, así como el tipo de piel de cada paciente. Sin embargo, en la mayoría de los casos, se recomiendan entre 2 y 6 sesiones para lograr resultados óptimos. Durante la consulta inicial en nuestra clínica en Valencia, evaluaremos tu piel y diseñaremos un plan de tratamiento personalizado para asegurar que obtengas los mejores resultados posibles.

Es importante destacar que, al aplicar el tratamiento, es posible que el paciente perciba algunas molestias en la zona, sobre todo en las partes más sensibles.

La luz IPL produce sensación de calor y pequeños pinchazos pero, en ningún caso, dolor. El tratamiento antimanchas IPL se caracteriza por aplicar una técnica indolora y no invasiva.

Una vez aplicado el tratamiento de eliminación de manchas con IPL hay que tener en cuenta una serie de cuidados, ya que la zona tratada está sensible y tardará unos días en recuperar su sensibilidad habitual y volver a la normalidad.

Por este motivo, es importante protegerla, especialmente los días posteriores al tratamiento, con un factor de protección solar alto, evitar el uso de cosméticos, aplicando únicamente los productos que previamente hayan sido indicados por el médico especialista, evitar los baños prolongados durante la semana siguiente al tratamiento y mantener la piel limpia e hidratada en todo momento.